Evidenz - Drenaje con hilo en fístula anal transesfinteriana alta

  1. Resumen de la literatura

    La fístula anal es una enfermedad caracterizada por dolor y salida de secreción purulenta de una abertura en la región anorrectal. Existen dos etapas de la enfermedad: la abscesificación como etapa aguda y la fistulización como etapa crónica [1, 2].

    La causa más frecuente de la aparición de fístulas anales es la inflamación de las glándulas proctodeales. Por este motivo, este tipo de fístula también se denomina fístula anal criptoglandular. La segunda causa más frecuente de fístulas anorrectales son las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino, en particular la enfermedad de Crohn. Con menor frecuencia, las fístulas pueden aparecer después de intervenciones quirúrgicas en la pelvis menor o en caso de malignidades. Las fístulas en niños pequeños son una entidad propia y a menudo tienen una causa congénita [3, 4].

    Los abscesos y fístulas anales aparecen principalmente en adultos jóvenes de entre 30 y 50 años [5]. Los hombres se ven afectados con mayor frecuencia que las mujeres. La incidencia de esta enfermedad en Europa es de 1-2 casos por 10.000 habitantes por año y varía según la población [6].

    La aparición de fístulas anales criptoglandulares comienza en las glándulas proctodeales en el espacio intersfinteriano [7, 8]. El número de glándulas es mayor en la parte posterior y en los hombres es superior al de las mujeres [9, 10]. El conducto excretor de estas glándulas se abre en el canal anal a la altura de la línea dentada. Las inflamaciones purulentas en estas glándulas pueden causar necrosis locales, que están rodeadas de tejido de granulación (cápsula del absceso). Dependiendo de la virulencia de los gérmenes, el absceso se extiende en la dirección de la menor resistencia y perfora la piel. La conexión del absceso con la superficie corporal se reviste de tejido de granulación y se denomina fístula.

    La etapa inflamatoria aguda, en la que no fluye secreción, se percibe como absceso anal, mientras que el curso crónico con secreción pútrida en presencia de una abertura externa se denomina fístula anal.

    En las enfermedades inflamatorias crónicas, las fístulas surgen, por el contrario, a través de inflamaciones transmurales, que en parte también incluyen el tejido perianal y perirrectal y respetan solo de forma limitada las estructuras anatómicas [11]. No es infrecuente encontrar fístulas anales de trayecto intersfinteriano también en conexión con fisuras anales.

    Los exámenes microbiológicos son irrelevantes para el tratamiento de las fístulas anales y suelen mostrar una flora mixta [12, 13]. No se describen en la literatura factores de riesgo para la formación de un absceso y, por tanto, de una fístula anal "común" (en contraposición a la EII).

    El tratamiento de la fístula anal es en principio quirúrgico.

    Drenaje con hilo

    Un procedimiento frecuentemente aplicado en la cirugía de fístulas anales es la colocación de un drenaje con hilo. En este caso, se utiliza un hilo fuerte, trenzado y no reabsorbible, como por ejemplo seda o un lazo de plástico ("vessel loop") como material [14-17]. En Alemania, el drenaje con hilo sirve principalmente para la preparación de un trayecto fistuloso antes de un tratamiento secundario definitivo.

    Se distinguen tres procedimientos diferentes:

    • Marcado y drenaje de una fístula mediante un hilo atado de forma suelta en el marco de la sanación del absceso antes de medidas planificadas adicionales
    • Creación de un canal fistuloso estable mediante un hilo fibrosante como drenaje a largo plazo antes de medidas terapéuticas posteriores
    • Sección controlada del esfínter mediante un hilo cortante

    Drenaje con hilo suelto

    El objetivo del uso de hilos como drenaje (conocido como "loose seton") es un drenaje a largo plazo de la cavidad del absceso para evitar que la abertura fistulosa externa se cierre prematuramente. Más tarde, se retira el hilo para permitir una curación espontánea de la fístula. Algunos autores realizan este procedimiento en combinación con una escisión primaria de la fístula o una esfinterotomía interna [18-23]. La tasa de curación varía entre el 33 y el 100 %, los trastornos de continencia aparecen con una frecuencia del 0 al 62 %.

    Es improbable que las fístulas anales criptoglandulares puedan curarse definitivamente solo mediante la colocación temporal de un hilo. Por lo general, se requiere una intervención adicional. En las fístulas de Crohn con inflamación local, la tasa de éxito de las medidas quirúrgicas se reduce. Sin embargo, aquí se puede utilizar un drenaje con hilo después de una incisión exitosa del absceso como método definitivo [24-26].

    Hilo fibrosante

    El uso de hilos fibrosantes se realiza generalmente de forma primaria o secundaria durante el tratamiento de una inflamación aguda o crónica. Cuando el proceso inflamatorio ha remitido, el hilo lleva a una consolidación del trayecto fistuloso antes de que se tomen medidas quirúrgicas adicionales. En Alemania, los hilos fibrosantes se utilizan principalmente en fístulas trans o suprasfinterianas, en las que después de la curación de la inflamación aguda se busca una sanación definitiva que preserve el esfínter. Sin embargo, no está claro si la preparación de la fístula con un drenaje con hilo influye positivamente en el éxito de una operación fistulosa definitiva. Algunos estudios indican que la colocación de un drenaje con hilo puede reducir la tasa de abscesos recidivantes [27].

    En general, el drenaje con hilo puede dejarse como drenaje a largo plazo, especialmente en pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas del intestino que son oligosintomáticos o presentan una fuerte actividad inflamatoria.

    Hilo cortante

    El objetivo del procedimiento "Cutting Seton" consiste en seccionar gradualmente las porciones del esfínter que rodean el trayecto fistuloso después de haber evacuado el área inflamada. Existen diferentes materiales que se pueden utilizar como "hilo". Por un lado, se pueden usar hilos elásticos que seccionan paso a paso. Por otro lado, puede ser necesario un reajuste regular del hilo. Aunque esta técnica se prefiere en el ámbito anglosajón [28, 29], conlleva un riesgo considerable de trastornos de continencia postoperatorios (30), por lo que solo debería aplicarse en casos excepcionales bien justificados. A pesar de la alta tasa de curación, la decisión por este método debe sopesarse cuidadosamente.

  2. Estudios en curso sobre este tema

  3. Literatura sobre este tema

    1. Ommer A, Herold A et al (2017) Guía S3 Fístula anal criptoglandular – 2. versión revisada. Coloproctology 39:16–66

    2. Ommer A, Herold A et al (2017) Guías S3 alemanas: absceso anal y fístula (segunda versión revisada). Langenbecks Arch Surg 402:191–201

    3. Emile SH, Elfeki H et al (2016) Una revisión sistemática del manejo de la fístula anal en lactantes. Tech Coloproctol 20:735–744

    4. Meyer, T (2019) Abscesos perianales y fístulas en la lactancia y la primera infancia. Monatsschr Kinderheilkd 167, 226–233

    5. Ommer A, Athanasiadis S et al (1999) El tratamiento quirúrgico del absceso anorrectal. Sentido y sinsentido de la búsqueda primaria de fístula. Coloproctology 21:161–169

    6. Zanotti C, Martinez-Puente C et al (2007) Una evaluación de la incidencia de fístula en ano en cuatro países de la Unión Europea. Int J Colorectal Dis 22:1459–1462

    7. Conole FD (1967) La importancia de la glándula anal en la patogénesis del absceso y fístula anorrectal. Am J Proctol 18:232–238

    8. Herman G, Desfosses L (1880) Sobre la mucosa de la región cloacal del recto. C R Hebd Seances Acad Sci 90:1301–1302

    9. Lilius HG (1968) Fístula en ano, una investigación de los conductos anales fetales humanos y las glándulas intramusculares y un estudio clínico de 150 pacientes. Acta Chir Scand Suppl 383:7–88

    10. Seow-Choen F, Ho JM (1994) Histoanatomía de las glándulas anales. Dis Colon Rectum 37:1215–1218

    11. Braithwaite GC, Lee MJ et al (2017) Factores pronósticos que afectan los resultados en la enfermedad de Crohn perianal fistulizante: una revisión sistemática. Tech Coloproctol 21:501–519

    12. Seow-En I, Ngu J (2014) Los cultivos de hisopos operatorios de rutina y el uso de antibióticos postoperatorios para
    abscesos perianales no complicados son innecesarios. ANZ J Surg 87:356–359

    13. TozerP, RaymentN et al (2015) ¿Qué papel juegan las bacterias en la formación persistente de fístula en la fístula anal idiopática y de Crohn? Colorectal Dis. Mar;17(3):235-41

    14. Memon AA, Murtaza G et al (2011) Tratamiento de fístula en ano compleja con setón de cable: una serie de casos prospectiva. ISRN Surg 2011:636952

    15. Pikarsky AJ, Nogueras JJ et al (2000) Taller quirúrgico: una nueva modificación con el uso de un setón en el tratamiento de fístula anal. Tech Coloproctol 4:109–110

    16. Riss S, Bachleitner-Hofmann T et al (2014) El drenaje de confort: un nuevo dispositivo para tratar fístula
    anal compleja. Tech Coloproctol 18:1133–1135

    17. Zhang JT, Zhou WL et al (2011) Nuevo tipo de setón con tubo de irrigación para el tratamiento de fístula
    anal compleja alta: un instrumento simple y efectivo. J Int Med Res 39:2414–2420

    18. Parks AG, Stitz RW (1976) El tratamiento de fístula en ano alta. Dis Colon Rectum 19:487–499

    19. Garcia-Aguilar J, Belmonte C et al (1996) Cirugía de fístula anal. Factores asociados con recurrencia e incontinencia. Dis Colon Rectum 39:723–729

    20. Brühl W, Neundorf G et al (1986) La enfermedad de fístula perineal Parte B: El drenaje de hilo a largo plazo. Coloproctology 3:175–181

    21. Joy HA, Williams JG (2002) El resultado de la cirugía para fístula anal compleja. Colorectal Dis 4:254–261

    22. Lentner A, Wienert V (1996) Setones a largo plazo para fístulas anales transesfinterianas bajas e interesfinterianas. Experiencia con 108 casos. Dis Colon Rectum 39:1097–1101

    23. Williams JG, MacLeod CA et al (1991) Tratamiento con setón de fístulas anales altas. Br J Surg 78:1159 1161

    24. Vogel JD, Johnson EK et al (2016) Guía de práctica clínica para el manejo de absceso anorrectal,
    fístula en ano y fístula rectovaginal. Dis Colon Rectum 59:1117–1133

    25. de Groof EJ, Sahami S et al (2016) Tratamiento de fístula perianal en la enfermedad de Crohn: una revisión sistemática y metaanálisis comparando drenaje con setón y tratamiento con factor de necrosis tumoral anti. Colorectal Dis 18:667–675

    26. Haennig A, Staumont G et al (2015) Los resultados del drenaje con setón combinado con terapia anti-TNF alfa para fístula anal en la enfermedad de Crohn. Colorectal Dis 17:311–319

    27. Hasan RM (2016) Un estudio que evalúa el drenaje de goma corrugado postoperatorio de absceso perianal. Ann Med Surg (Lond) 11:42–46

    28. Whiteford MH, Kilkenny J 3rd et al (2005) Parámetros de práctica para el tratamiento de absceso perianal y fístula en ano (revisado). Dis Colon Rectum 48:1337–1342

    29. Williams JG, Farrands PA et al (2007) El tratamiento de fístula anal: declaración de posición de ACPGBI. Colorectal Dis 9(Suppl 4):18–50

    30. Ritchie RD, Sackier JM et al (2009) Tasas de incontinencia después del tratamiento con setón de corte para fístula anal. Colorectal Dis 11:564–571

  4. Revisiones

    García-Olmo D, Gómez-Barrera M, de la Portilla F. Manejo quirúrgico de la fístula perianal compleja revisitado en una revisión sistemática: una visión crítica de la evidencia científica disponible. BMC Surg. 2023 Feb 5;23(1):29.

    Zahra A, Malla J, Selvaraj R, Dhanoa RK, Venugopal S, Shoukrie SI, Selvamani TY, Hamouda RK, Hamid P. Una comparación de diferentes tratamientos quirúrgicos para la fístula anal compleja: una revisión sistemática. Cureus. 2022 Aug 23;14(8):e28289.

    Zhang Y, Zhao T, Ren C, Huang B, Liu L, Zhang Z. Factores de riesgo predictivos de la conversión del tratamiento videoasistido de la fístula anal a fistulotomía con sedal. J Laparoendosc Adv Surg Tech A. 2022 Jun;32(6):634-638.

    Shi Y, Zhi C, Cheng Y, Zheng L. Una revisión sistemática y metaanálisis de la incisión y drenaje con sedal en el tratamiento del absceso perianal alto. Ann Palliat Med. 2021 Sep;10(9):9830-9840.

    Pescatori M. Cirugía para fístulas anales: estado del arte. Int J Colorectal Dis. 2021 Oct;36(10):2071-2079. doi: 10.1007/s00384-021-03917-7. Epub 2021 May 31. Revisión

    Sammut M, Skaife P. El manejo de la fístula-in-ano criptoglandular. Br J Hosp Med (Lond). 2020 Jan 2;81(1):1-9. doi: 10.12968/hmed.2019.0353. Epub 2020 Jan 31. Revisión. 

  5. Guías

  6. Búsqueda bibliográfica

    Búsqueda bibliográfica en las páginas de pubmed.