| Categoría | Significado |
1 | No evaluable |
2 | Sin indicios de malignidad |
3 – AUS/FLUS | Dignidad incierta |
4 | Sospecha de neoplasia folicular |
5 | Sospechoso de malignidad |
| 6 | Maligno |
La clasificación de Bethesda
BTS I – no diagnóstico/no informativo: En este grupo, la imagen celular no permite una interpretación fiable. Por lo general, aproximadamente el 2 – 20 % de las PAAF de la tiroides no son evaluables.
BTS II – benigno: Se trata de imágenes celulares que no muestran indicios de malignidad. Aquí se recomienda un control clínico, la tasa de malignidad se sitúa entre el 0 – 3 %.
BTS III – Atipia de significado incierto/ Lesión folicular de significado incierto: Este grupo de hallazgos es muy heterogéneo. Incluye imágenes celulares que no pueden asignarse ni a otro grupo de sospecha ni al grupo benigno. A menudo, las limitaciones en la evaluabilidad, como superposiciones de sangre o bajo contenido celular, son la causa del uso de este grupo, lo que también justifica el procedimiento de repunción. Sin embargo, las tasas de malignidad varían mucho según el estudio (¡del 2 % al 30 %!).
BTS IV – neoplasia folicular: La imagen celular de una neoplasia folicular puede ser tanto una lesión benigna (adenoma, hiperplasia adenomatosa) como maligna (carcinoma folicular), ya que estas entidades solo pueden diferenciarse mediante criterios histológicos (penetración capsular, invasión vascular capsular). La probabilidad de malignidad según la literatura se sitúa entre el 15 – 30 %. Por lo general, la neoplasia folicular representa una indicación quirúrgica.
BTS V – Sospecha de malignidad: Se trata de imágenes celulares con sospecha de un carcinoma no folicular (p. ej., carcinoma papilar de tiroides), aunque un proceso benigno no puede excluirse con certeza a partir de la imagen celular (p. ej., inflamación con atipias). La tasa de malignidad se sitúa en aprox. el 60 – 75 %, y se recomienda una aclaración quirúrgica.
BTS VI – maligno: En las citologías de este grupo se trata de una imagen celular maligna, en la que en el diagnóstico, si es posible, debe realizarse una asignación precisa (p. ej., carcinoma papilar de tiroides). La probabilidad de malignidad se sitúa entre el 97 % y el 99 % y, por lo tanto, representa habitualmente una indicación quirúrgica.