Komplikationen - Resección sigmoidea, laparoscópica

  1. Complicaciones intraoperatorias

    Insuficiencia anastomótica:

    Si la prueba de agua es positiva, se puede intentar una sutura en caso de insuficiencia pequeña y de buen acceso. En este caso debe considerarse la creación de un ileostoma protector. En caso de duda, se debe realizar la nueva creación de la anastomosis.

    Lesión de órganos:

    • Lesión del bazo: Coagulación con corriente bipolar, tijera ultrasónica, en su caso aplicar hemostático o aplicar pegamento de fibrina. Una laparotomía solo es necesaria en casos excepcionales.
    • Lesión del páncreas: En caso de hemorragias, proceder de manera similar a las lesiones del bazo. Aquí se recomienda en su caso la colocación de un drenaje Easy-Flow, para poder drenar la secreción en caso de posible fístula pancreática.
    • Lesiones del intestino: Con la experiencia correspondiente, es posible una sutura laparoscópica.
    • Daños térmicos mediante tijera bipolar o disector ultrasónico, especialmente en el área de la flexura izquierda.
    • Lesión vascular: Las hemorragias de vasos menores pueden controlarse generalmente mediante corriente bipolar o tijera ultrasónica y en su caso mediante clipping.
      En lesiones de vasos grandes (p. ej. aorta, vena cava) está indicada la laparotomía inmediata.
    • Lesión del uréter: En lesiones superficiales se puede intentar una sutura laparoscópica; en caso contrario, se recomienda una pequeña laparotomía en proyección inmediata sobre el lugar de la lesión, para suturar el uréter a cielo abierto bajo visión. En todo caso está indicada la colocación de un tutor ureteral.
    • Lesión de la vagina: La inclusión accidental de la vagina al usar el dispositivo de grapado puede llevar a la formación de fístulas rectovaginales.

    En principio, debe tenerse en cuenta que en situaciones sin una visión anatómica suficiente está indicada una laparotomía.

     

  2. Complicaciones postoperatorias

    Insuficiencia anastomótica:
    Cualquier desviación del curso postoperatorio normal debe hacer pensar en una insuficiencia anastomótica. En caso de sospecha fundada, se debe aspirar a una laparoscopia/laparotomía diagnóstica oportuna. Las insuficiencias pequeñas sin peritonitis generalizada pueden suturarse por vía laparoscópica. Sin embargo, en este caso, la creación de un ileostoma protector es obligatoria.
    En caso de insuficiencias anastomóticas mayores con peritonitis generalizada, está indicada la resección de discontinuidad. Además, se realiza el cuidado intensivo con la terapia correspondiente de la peritonitis o de la sepsis.

    Absceso intraabdominal:
    Los abscesos pequeños sin signos clínicos o paraclínicos de infección, que se diagnostican como hallazgo casual, deben observarse en el curso y no requieren necesariamente una terapia operativa o intervencionista. Sin embargo, los abscesos intraabdominales pueden ser signos indirectos de insuficiencia anastomótica. Por lo tanto, ante la detección de abscesos intraabdominales, se debe descartar endoscópicamente una fuga en la sutura.
    En caso de signos de infección, el drenaje intervencionista del absceso es el método de elección. Este puede realizarse guiado por ecografía o por TC según la localización y la experiencia.
    En caso de sepsis progresiva, además de la terapia de soporte (unidad de cuidados intensivos, terapia antibiótica), se debe aspirar a la saneamiento quirúrgico del foco.

    Sangrado:
    Postoperatoriamente puede producirse la salida peranal de pequeñas cantidades de sangre antigua. En caso de aumento de la salida peranal de sangre o de aparición de un sangrado peranal fresco, se debe realizar un examen endoscópico. Si hay un sangrado en la zona de la anastomosis, está indicada primariamente la hemostasia endoscópica mediante clip. Solo en casos excepcionales es necesaria una operación de revisión. Son obligatorios controles estrechos de la hemoglobina en plasma así como del estado de coagulación.
    En caso de secreción sanguinolenta a través del drenaje colocado, también está indicada la comprobación de la hemoglobina y de la coagulación. Según la magnitud del sangrado, el estado clínico y el valor de hemoglobina, está indicada la transfusión de concentrados de eritrocitos o la revisión quirúrgica.

    Atonía intestinal:
    Se previene una atonía intestinal postoperatoria mediante la aplicación rutinaria de parasimpaticomiméticos. Además, un aumento rápido de la alimentación en combinación con una movilización rápida de los pacientes favorece la actividad intestinal.