Debido a la superficie ulcerosa sospechada de las arterias renales estenosadas, se coloca un stent de 5 mm (longitud 20 mm) sin predilatación, para evitar de antemano una disección y embolización.
A través del catéter RDC y sobre el alambre guía, se introduce el stent expandible por balón en la arteria renal bajo control de roadmapping y el catéter RDC se retira luego con cuidado. El stent se coloca de manera que su extremo central quede aproximadamente 1 mm fuera del ostium de la arteria renal en la aorta. El alambre guía y el catéter RDC se fijan firmemente en el muslo del paciente, para que no se produzca dislocación. Luego, el stent se libera mediante expansión con balón.
Atención:
En ningún caso liberar accidentalmente el stent en el catéter RDC. Esto conduciría a problemas técnicos significativos. En caso de salida parcial del stent, incluso al retirar el alambre guía podrían producirse disecciones o perforaciones.
Recuerda:
Las estenosis puras de origen de las arterias renales tienen su causa siempre en la pared aórtica calcificada. Estas estenosis se estrechan nuevamente después de la dilatación con balón como un diafragma iris en una cámara fotográfica. En tales estenosis siempre es necesario un implante de stent. A veces tales estenosis son tan duras que primero debe realizarse una predilatación, antes de poder colocar un stent. De lo contrario, el stent no podría pasar la estenosis y posiblemente se dañaría.
Las estenosis directamente detrás del ostium de la arteria renal son en su mayoría también muy duras y la aorta está igualmente, como en el caso presente, fuertemente alterada por arteriosclerosis. En la mayoría de los casos, tampoco se puede prescindir de un stent en estas estenosis, porque los resultados postoperatorios son malos en poco tiempo.
Las estenosis de las arterias renales alejadas del origen son en su mayoría excéntricas y son fácilmente dilatables. Los stents solo son necesarios en tales estenosis si después de la dilatación persiste una estenosis residual significativa.
Las displasias fibromusculares de las arterias renales deben en general ser tratadas con stent, porque tienden a la reestenosis debido a la estructura de la pared con cicatrización del tejido conjuntivo con pliegues intimales.