Evidencia - Bypass venoso iliacomesentérico en oclusión de la A. mesentérica superior

  1. Resumen de la literatura

    Terapia operativa de la isquemia mesentérica crónica (IMC)

    La IMC se basa principalmente en una enfermedad arteriosclerótica de las arterias mesentéricas (A. mesenterica superior e inferior, Truncus coeliacus). Su incidencia es de aproximadamente 1-2 % de todas las enfermedades abdominales. Debido a la excelente colateralización, los procesos de oclusión crónica extensos de las arterias mesentéricas pueden compensarse durante mucho tiempo y permanecer asintomáticos. Los síntomas suelen aparecer solo cuando al menos dos arterias están afectadas. La arteria visceral que desencadena los síntomas es la A. mesenterica superior, que está involucrada en el 85% de todos los casos de enfermedad. El problema de la IMC radica principalmente en su progresión, que finalmente lleva al fallo de la circulación colateral y al infarto mesentérico fatal con alta letalidad („acute upon chronic visceral ischemia“).

    Típica es la forma de calcificación cercana a la aorta, que conduce a la obstrucción del flujo de entrada en el lecho vascular por lo demás aún sano. Las oclusiones distales al ostium o de largo recorrido son más raras e indican otras enfermedades metabólicas (diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, amiloidosis).

    En analogía con Fontaine [1], el cuadro clínico de la IMC se divide en 4 estadios:

    Estadio I

    asintomático, pero con patología demostrable

    Estadio II

    dolor abdominal intermitente (claudicatio abdominalis, angina abdominalis)

    Estadio III

    dolor abdominal en reposo

    Estadio IV

    destrucción tisular isquémica (infarto mesentérico)

    En el estadio II y III existe una indicación absoluta de tratamiento. En caso de asintomaticidad (estadio I) no existe indicación de terapia, aunque los pacientes deben someterse a controles estrictos. Las excepciones son los pacientes asintomáticos en los que, debido a un aneurisma aórtico o una enfermedad oclusiva aortoiliaca, se ofrece una reconstrucción simultánea de las arterias viscerales.

    Revascularización endovascular vs. abierta (RE vs. RA)

    En 2013 se presentó una revisión sistemática de la literatura sobre el tratamiento de la IMC compuesta por 43 trabajos con 1795 pacientes [2]. En la RE, la morbilidad y letalidad perioperatorias fueron menores que en la RA, no hubo diferencias en la supervivencia entre los dos procedimientos. En el grupo de RA, las tasas de permeabilidad primaria y secundaria fueron mejores y la tasa de recidiva menor. Los autores recomendaron la RE como tratamiento de primera línea en la mayoría de los pacientes con IMC, la RA debería limitarse a pacientes que no sean adecuados para la RE o a pacientes con bajo riesgo operatorio y larga esperanza de vida.

    El primer metaanálisis para comparar RE contra RA data del año 2015 [3]. En total, se trataron 4255 pacientes principalmente con RE y 3110 con RA. Para la supervivencia a 30 días, la tasa de complicaciones postoperatorias y la mortalidad a largo plazo no se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas entre los dos procedimientos. En las tasas de permeabilidad a largo plazo, por el contrario, resultó una clara superioridad de la RA, por lo que los autores del metaanálisis denominaron el procedimiento abierto como el estándar de oro en la IMC, pero aun así destacaron las ventajas de un tratamiento inicial con RE debido a su carácter mínimamente invasivo.

    En la base de datos NIS (Nationwide Inpatient Sample) de los años 2000 a 2012, Zettervall et al. encontraron en 2017 un total de 14.811 revascularizaciones por IMC, de las cuales 10.453 RE y 4358 RA [4]. En el período de estudio, la RE aumentó de 0,6 a 4,5/millón de habitantes, la RA permaneció en gran medida constante con 1-1,1/millón de habitantes. Al mismo tiempo, la mortalidad anual por IMC permaneció estable con 0,6 – 0,7 muertes/millón de habitantes durante el período de observación. Los números demuestran que, con una tasa de RA estable, la RE por IMC aumentó claramente, sin que esto afectara la mortalidad poblacional por IMC.

    Otro análisis de la base de datos NIS de 2017 examinó 4150 pacientes que entre 2007 y 2014 fueron tratados de forma endovascular (3206 = 77,2 %) o abierta (944 = 22,8 %) por IMC [5]. Después de la RE, los eventos cerebrales y cardíacos graves, así como las complicaciones en general, ocurrieron de manera significativamente menos frecuente que después de la RA. Además, la RE se asoció con menores costos y una estancia hospitalaria más corta.

    Una serie comparativa de RA vs. RE proviene de la Mayo Clinic [6]. Con RA se trataron 187 pacientes, con RE 156. El período de seguimiento fue de 96 ± 54 meses. La letalidad temprana fue casi idéntica con 2,7 % (RA) y 2,6 % (RE). La supervivencia a largo plazo estuvo determinada decisivamente por las comorbilidades de los pacientes y no mostró diferencias significativas en ambos grupos: supervivencia a 5 años en RA 60 %, en RE 57 %. La conclusión de los autores fue que no era el tipo de revascularización lo decisivo para el resultado a largo plazo, sino la edad del paciente, una diabetes mellitus y una insuficiencia renal.

    Zacharias et al. trataron en el período 2008 a 2012 en 161 pacientes un total de 215 vasos por IMC [7]. Con RE se trataron 116 pacientes (72 %), con RA 45 (28 %). La letalidad perioperatoria fue en total del 6,8 %, la permeabilidad primaria fue después de 3 años en RA con 91 % significativamente más alta que en RE (74 %). A la inversa, la supervivencia a largo plazo después de RE con 95 % fue significativamente más alta que después de RA con 78 %. Con una letalidad perioperatoria no significativamente diferente, la duración de la estancia hospitalaria después de RE fue claramente más corta, pero se asoció con una tasa de reestenosis más alta que la RA. De la RE se beneficiaron más los pacientes con lesiones de corto recorrido ≤ 2 cm y un mayor riesgo operatorio, de la RA los pacientes con cambios pronunciados de la aorta abdominal y lesiones ostiales de largo recorrido > 2 cm en el Truncus coeliacus y la A. mesenterica superior.

  2. Estudios en curso actualmente sobre este tema

  3. Literatura sobre este tema

    1. Fontaine R, Kim M, Kieny R (1954) Tratamiento quirúrgico de los trastornos de la circulación periférica. Helv Chir  Acta 21(5/6):499–533

    2. Pecoraro F, Rancic Z, Lachat M, Mayer D, Amann-Vesti B, Pfammatter T, Bajardi G, Veith FJ (2013) Isquemia mesentérica crónica: revisión crítica y directrices para el manejo. Ann Vasc Surg 27:113–122

    3. Saedon M, Saratzis A, Karim A, Goodyear S (2015) Revascularización endovascular versus quirúrgica para el manejo de la isquemia mesentérica crónica. Vasc Endovascular Surg 49:37–44

    4. Zettervall SL, Lo RC, Soden PA, Deery SE, Ultee KH, Pinto DS, Wyers MC, Schermerhorn ML (2017) Tendencias en el tratamiento y la mortalidad por isquemia mesentérica en los Estados Unidos de 2000 a 2012. Ann Vasc Surg 42:111–119

    5. Lima FV, Kolte D, Kennedy KF, Louis DW, Abbott JD, Soukas PA, Hyder ON, Mamdani ST, Aronow HD (2017) Revascularización endovascular versus quirúrgica para la isquemia mesentérica crónica: perspectivas de la base de datos de muestras de pacientes hospitalizados nacionales. JACC Cardiovasc Interv 10:2440–2447

    6. Tallarita T, Oderich GS, Gloviczki P, Duncan AA, Kalra M, Cha S, Misra S, Bower TC (2013) Supervivencia del paciente después de la revascularización mesentérica abierta y endovascular para la isquemia mesentérica crónica. J Vasc Surg 57:747–755

    7. Zacharias N, Eghbalieh SD, Chang BB, Kreienberg PB, Roddy SP, Taggert JB, Sternbach Y, Darling RC 3rd (2016) Análisis de resultados de la isquemia mesentérica crónica y predictores de fracaso endovascular. J Vasc Surg 63:1582–1587

  4. Revisiones

    Alahdab F, Arwani R, Pasha AK, Razouki ZA, Prokop LJ, Huber TS, Murad MH. Una revisión sistemática y meta-análisis de la revascularización endovascular versus quirúrgica abierta para la isquemia mesentérica crónica. J Vasc Surg. 2018 May;67(5):1598-1605

    Blauw JT, Bulut T, Oderich GS, Geelkerken BR; Dutch Mesenteric Ischemia Study Group. Tratamiento vascular mesentérico 2016: desde la reparación quirúrgica abierta hasta la revascularización endovascular. Best Pract Res Clin Gastroenterol. 2017 Feb;31(1):75-84

    Foley TR, Rogers RK. Terapia endovascular para la isquemia mesentérica crónica. Curr Treat Options Cardiovasc Med. 2016 Jun;18(6):39.

    Gragossian A, Dacquel P. Isquemia de la arteria mesentérica. 2019 Feb 28. StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2019 Jan-. Disponible en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK513354/

    Gutsche H, Will U, Venth S, Lesser T. [Revascularización quirúrgica de las arterias viscerales en la isquemia mesentérica crónica]. Chirurg. 2018 Aug;89(8):605-611

    Jaster A, Choudhery S, Ahn R, Sutphin P, Kalva S, Anderson M, Pillai AK. Revisión anatómica y radiológica de la isquemia mesentérica crónica y su tratamiento.  Clin Imaging. 2016 Sep-Oct;40(5):961-9.

    Kolkman JJ, Geelkerken RH. Diagnóstico y tratamiento de la isquemia mesentérica crónica: Una actualización. Best Pract Res Clin Gastroenterol. 2017 Feb;31(1):49-57.

    Nuzzo A, Huguet A, Corcos O. [Tratamiento moderno de la isquemia mesentérica]. Presse Med. 2018 Jun;47(6):519-530.

    Prakash VS, Marin M, Faries PL. Trastornos isquémicos agudos y crónicos del intestino delgado. Curr Gastroenterol Rep. 2019 May 7;21(6):27.

    van Dijk LJ, van Noord D, de Vries AC, Kolkman JJ, Geelkerken RH, Verhagen HJ, Moelker A, Bruno MJ. Manejo clínico de la isquemia mesentérica crónica. United European Gastroenterol J. 2019 Mar;7(2):179-188.

  5. Guías

    Fundación del Colegio Americano de Cardiología / Asociación Americana del Corazón:

    Enfermedad arterial mesentérica: Recomendaciones  (S. 1566)

    Sociedad Europea de Cardiología (ESC)/ Sociedad Europea de Cirugía Vascular (ESVS):

    Manejo de las enfermedades de las arterias y venas mesentéricas

  6. Búsqueda bibliográfica

    Búsqueda bibliográfica en las páginas de pubmed.