Evidencia - Artroplastia de resección-suspensión según Epping para rizartrosis

  1. Resumen de la literatura

    La rizartrosis es, junto con la artrosis de las articulaciones interfalángicas distales, la segunda enfermedad degenerativa más frecuente en la mano [1, 2]. Afecta a 10-15 veces más mujeres que hombres, especialmente a partir de los 50 años [3, 4, 5]. En el 20-30 % de los casos, ambas manos están afectadas [3].

    En el desarrollo de la rizartrosis idiopática posiblemente juegan un papel las fuerzas de rotación con carga excéntrica de las zonas marginales y, consecuentemente, picos de presión locales altos durante el movimiento de oposición en la articulación trapeciometacarpiana (ATM) [4, 6]. Otros posibles factores de influencia son una desproporción de las superficies articulares entre el hueso trapecio y la base del metacarpiano I o una alteración de la forma del hueso trapecio con inclinación pronunciada de la superficie articular [3, 4]. Como causa más importante de una rizartrosis se consideran las inestabilidades ligamentosas, que pueden ser de origen traumático o surgir por una sobrecarga prolongada de la articulación o ser consecuencia de una laxitud ligamentosa general. Las inestabilidades ligamentosas de la ATM conducen, durante el agarre de pinza fuerte, a una traslación dorsoradial de la base del metacarpiano I con sobrecarga puntual de las superficies articulares [7]. Las rizartrosis secundarias como consecuencia de un trauma (p. ej., fractura de la base del metacarpiano I) o de una artritis reumática o séptica son más raras [3, 4].

    Para confirmar el diagnóstico, clasificar el estadio de la enfermedad y planificar el tratamiento, es necesario realizar radiografías convencionales del pulgar en 2 planos. El hallazgo radiológico permite la clasificación en estadios según Eaton y Littler [8]. 

    Clasificación radiológica de la rizartrosis según Eaton y Littler 

    Estadio I            

    Espacio articular normal, posiblemente ampliado (derrame), subluxación ligera del hueso metacarpiano I

    Estadio II

    Estrechamiento ligero del espacio articular, osteofitos menores de 2 mm, subluxación marcada del hueso metacarpiano I

    Estadio III

    Estrechamiento marcado del espacio articular hasta su desaparición, osteofitos mayores de 2 mm

    Estadio IV              

    Destrucción articular, procesos de remodelación quísticos y escleróticos, subluxación pronunciada del metacarpiano I, artrosis EST

    (Articulación EST = articulación escafo-trapezo-trapezoidea)

    Dado que el grado de gravedad radiológico de la rizartrosis no tiene por qué correlacionar con el cuadro clínico de las molestias, pero el grado subjetivo de la intensidad del dolor es decisivo para la planificación del tratamiento, el cuadro clínico de las molestias debe captarse con la clasificación en estadios según Alnot y Saint Laurent [9].

    Clasificación en estadios de la rizartrosis según la sintomatología clínica del dolor según Alnot y Saint Laurent

    Estadio 0

    Sin molestias

    Estadio I

    Dolor en determinadas actividades

    Estadio II

    Dolor en actividades cotidianas

    Estadio III

    además del estadio II, episodios de dolor en reposo

    Estadio IV

    dolor (casi) constante

    El objetivo del tratamiento conservador de la rizartrosis es el alivio del dolor, entre otras cosas, mediante la inhibición de la reacción inflamatoria local:

    • Toma temporal de AINE
    • Inyecciones intraarticulares de corticosteroides, hialurón [10, 12-14]
    • Radiosinoviortesis [15]
    • Órtesis durante un máximo de 2 semanas [16]

    El tratamiento quirúrgico de la rizartrosis se realiza según el estadio de acuerdo con la clasificación de Eaton y Littler. Se distinguen procedimientos que preservan la articulación y procedimientos que resecan la articulación.

    Procedimientos que preservan la articulación:

    • Plastias ligamentarias
    • Artroscopia
    • Denervación
    • Osteotomía de extensión

    Procedimientos que resecan la articulación, eliminación del movimiento de oposición en la ATM:

    • Reemplazo endoprotésico de la ATM
    • Artrodesis de la ATM
    • Artroplastia de resección

    Artroplastia de resección

    Debido a su alta tasa de éxito y baja tasa de complicaciones, la artroplastia de resección (AR) se considera el estándar de oro del tratamiento quirúrgico de la rizartrosis avanzada en los estadios III y IV según Eaton y Littler [3, 4, 17]. El principio quirúrgico de la AR se basa en la eliminación de la articulación artrósica mediante la resección del hueso trapecio. Para la estabilización posterior del rayo del pulgar existen numerosas variantes técnicas.

    La primera trapeziectomía fue descrita en 1949 por Gervis, quien realizó una sutura capsular de plicatura proximal a la base del metacarpiano I para estabilizar el rayo del pulgar [18]. Mediante la formación de tejido cicatricial estable se pretendía prevenir la proximalización dolorosa del rayo del pulgar.

    Para apoyar el rayo del pulgar se desarrollaron posteriormente plastias de interposición, en las que se introduce material autólogo en la cavidad del trapecio, como p. ej. una tira de tendón FCR enrollada con pedículo distal o un ovillo de tendón formado a partir de un trasplante de tendón palmar largo libre [19].

    La estabilización del rayo del pulgar se realiza en las artroplastias de suspensión mediante una reconstrucción directa o indirecta de los ligamentos intermetacarpianos entre la base del metacarpiano I y la del metacarpiano II. Para ello se utilizan tiras de tendón de los tendones FCR, APL o ECRL en técnicas variables.

    En la artroplastia de resección-suspensión según Epping se prepara, tras la trapeziectomía completa, una tira con pedículo distal de la plastia FCR, se pasa a través de un orificio de perforación en la base del metacarpiano I y, según la técnica original descrita en 1983, se bloquea con una cuña ósea del hueso trapecio resecado en el orificio [20].

    La suspensión puede ampliarse con una plastia de interposición adicional de la tira de tendón FCR preparada en exceso (técnica según Burton y Pellegrini o artroplastia de reconstrucción ligamentaria con interposición tendinosa [LRTI]). En este caso, la tira de tendón sobrante se cose formando un ovillo y se fija con suturas para la interposición en la antigua cavidad del trapecio [21]. La artroplastia de resección-suspensión-interposición es la técnica más frecuentemente aplicada en EE. UU. y en Europa para el tratamiento quirúrgico de la rizartrosis [22, 23].

    En estudios de seguimiento se mostró, a largo plazo e independientemente de la técnica de suspensión e interposición, una alta satisfacción de los pacientes de alrededor del 90 % con una movilidad del pulgar muy buena, en su mayoría libre, así como una normalización de la fuerza gruesa y una mejora de la fuerza de agarre de pinza y de llave. En el 80 % de los casos, los pacientes estaban libres de molestias, en el 90 % al menos con una reducción clara de las molestias. Además, se mostró una baja tasa de complicaciones de aprox. 1-5 % [4, 24-27]. Tras la AR hay que contar con una fase de rehabilitación larga, en parte hasta 6 meses [4, 24].

    En un estudio prospectivo aleatorizado se mostró 1 año después de la operación que no había diferencia en el resultado subjetivo y funcional entre pacientes que recibieron una trapeziectomía pura, pacientes con resección del trapecio e interposición de tendón palmar largo y pacientes con trapeziectomía y artroplastia de suspensión e interposición posterior (artroplastia de reconstrucción ligamentaria con interposición tendinosa [LRTI]). Sin embargo, los pacientes con interposición tendinosa o artroplastia de suspensión-interposición tenían una tasa de complicaciones claramente elevada [25].

    En una revisión Cochrane de 2015 se incluyeron 11 estudios con un total de 670 pacientes.

    No se pudo encontrar diferencia entre las alternativas de tratamiento quirúrgico con trapeziectomía pura, trapeziectomía con artroplastia de suspensión y/o interposición, implante de espaciador y artrodesis de la ATM en cuanto a satisfacción del paciente, dolor, resultado funcional, calidad de vida y tasa de complicaciones [28].

  2. Estudios en curso sobre este tema

  3. Literatura sobre este tema

    1. Glehr M, Jeserschek R, Gruber G, Parsché G, Zacherl M, Maurer-Ertl W, Windhager R.  (2010) Resultados clínicos y radiológicos de la artroplastia de resección-suspensión-interposición en rizartrosis. Z Orthop Unfall 148(3): 326-31.

    2. Strassmair M. (2014) Terapia de rizartrosis adaptada al estadio. Orthopädie und Rheuma 17 (3) 20-26.

    3. Horch RE (2011) Rizartrosis. En: Towfigh H, Hierner R, Langer M, Friedel R (editores) Cirugía de la mano. Springer, Berlin, Heidelberg, NewYork, S1401–1411.

    4. Richter M (2014) Rizartrosis. HandchirScan 03:55–68.

    5. van Schoonhoven J (2021) Rizartrosis. OperatOrthopTraumatol 33:181–182.

    6. Koebke J, Thomas W (1979) Investigaciones biomecánicas sobre la etiología de la artrosis de la articulación trapeciometacarpiana del pulgar. ZOrthop 117:988–994.

    7. Langer MF, Wieskötter B, Herrmann K et al (2015) Plastia ligamentosa en inestabilidad de la articulación trapeciometacarpiana. OperatOrthopTraumatol 27:414–426.

    8. Eaton RG, Glickel SZ (1987) Artrosis trapeciometacarpiana. Estadificación como fundamento para el tratamiento.HandClin 3:455–471.

    9. Alnot JY, Beal D, Oberlin C et al (1993) La prótesis total trapeciometacarpiana GUEPAR en el tratamiento de la rizartrosis. A propósito de una serie de treinta y seis casos. AnnChirMainMembSuper 12:93–104.

    10. Day CS, Gelberman R, Patel AA et al (2004) Artrosis de la articulación basal del pulgar: un ensayo prospectivo de inyección de esteroides y entablillado. JHandSurgAm 29:247–251.

    11. Bahadır C, Onal B, Dayan VY et al (2009) Comparación de los efectos terapéuticos del hialuronato de sodio y las inyecciones de corticosteroides en la artrosis de la articulación trapeciometacarpiana. BaillieresClinRheumatol 28:529–533.

    12. Figen Ayhan F, Ustun N (2009) La evaluación de la eficacia y tolerabilidad de Hylan G-F 20 en la artrosis bilateral de la base del pulgar: seguimiento de 6 meses. Clin Rheumato l28:535–541.

    13. Roux CH, Euller-Ziegler L (2016) Inyecciones para el tratamiento de la artrosis carpometacarpiana (rizartrosis): ¿cuál es la evidencia? JointBoneSpine 83:125–126.

    14. Heyworth BE, Lee JH, Kim PD et al (2008) Hylan versus corticosteroide versus placebo para el tratamiento de la artritis de la articulación basal: un ensayo clínico prospectivo, aleatorizado y doble ciego. JHandSurgAm 33:40–48.

    15. Mingels C, Daneshvar K,  Afshar-Oromieh (2022). Radiosinoviortesis de la articulación trapeciometacarpiana del pulgar. Orthopäde 51, 9–12.

    16. Falkner F, Tümkaya MA, Thomas B. et al (2022) Procedimientos de terapia conservadora para el tratamiento de la artrosis sintomática de la articulación trapeciometacarpiana del pulgar. Orthopäde 51, 2–8.

    17. Spies CK, Langer M, Hahn P et al (2018) Terapia de la artrosis primaria de las articulaciones de los dedos y del pulgar. DtschArztebl Int 115:269–275.

    18. Gervis WH (1949) Excisión del trapecio para la artrosis de la articulación trapeciometacarpiana. JBoneJointSurgBr 31b: 537–539.

    19. Froimson AI (1970) Artroplastia tendinosa de la articulación trapeciometacarpiana. Clin Orthop Relat Res 70:191–199.

    20. Epping W, Noack G (1983) El tratamiento operatorio de la artrosis de la articulación trapeciometacarpiana. Handchir Mikrochir Plast Chir 15:168–176.

    21. Burton RI,Pellegrini VDJr (1986) Manejo quirúrgico de la artritis de la articulación basal del pulgar. Parte II. Reconstrucción ligamentosa con artroplastia de interposición tendinosa. JHandSurgAm 11:324–332.

    22. Wolf JM, Delaronde S (2012) Tendencias actuales en el tratamiento no operatorio y operatorio de la artrosis trapeciometacarpiana: una encuesta de cirujanos de mano de EE. UU. JHandSurgAm 37:77–82.

    23. Yin Q, Berkhout MJL, Ritt MJPF (2019) Tendencias actuales en el tratamiento operatorio de la artrosis carpometacarpiana: una encuesta de cirujanos de mano europeos. Eur J Plast Surg 42:365–368.

    24. Langer MF, Grünert JG, Unglaub F et al (2021) Artroplastia de resección de la articulación trapeciometacarpiana del pulgar con sus variantes.OperatOrthopTraumatol 33:183–199.

    25. Davis TR, Brady O, Dias JJ (2004) Excisión del trapecio para la artrosis de la articulación trapeciometacarpiana: un estudio del beneficio de la reconstrucción ligamentosa o interposición tendinosa. JHandSurgAm 29:1069–1077.

    26. Gangopadhyay S, Mckenna H, Burke FD et al (2012) Seguimiento de cinco a 18 años para el tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana: una comparación prospectiva de excisión, interposición tendinosa, y reconstrucción ligamentosa e interposición tendinosa. JHandSurgAm 37:411–417.

    27. Heyworth BE, Jobin CM, Monica JT et al (2009) Seguimiento a largo plazo de la artroplastia de resección de la articulación basal del pulgar con transferencia del origen del abductor pollicis brevis al tendón del flexor carpi radialis. JHandSurgAm 34:1021–1028.

    28. Wajon A, Vinycomb T, Carr E et al (2015) Cirugía para la artrosis del pulgar (articulación trapeciometacarpiana). CochraneDatabase SystRev 2015:CD4631

  4. Revisiones

    Pinto I, Duarte C, Vilabril F, Brito I. Impacto del tratamiento con ácido hialurónico en la rizartrrosis: una revisión sistemática. ARP Rheumatol. 2022 Jul 1.

    Spielman AF, Sankaranarayanan S, Lessard AS. Tratamientos preservadores de la articulación para la artritis CMC del pulgar. Hand Clin. 2022 May;38(2):169-181.

    Saheb RLC, Vaz BAS, Soeira TP, Shimaoka FJ, Herrero CFPDS, Mazzer N. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO PARA LA RIZARTRROSIS: UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA DE LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS. Acta Ortop Bras. 2022 Jan 28;30(1):e246704. doi: 10.1590/1413-785220223001e246704. eCollection 2022.

    Hamasaki T, Harris PG, Bureau NJ, Gaudreault N, Ziegler D, Choinière M. Eficacia de las intervenciones quirúrgicas para la osteoartritis trapeciometacarpiana (base del pulgar): una revisión sistemática. J Hand Surg Glob Online. 2021 Mar 23;3(3):139-148.

    Meireles SM, Jones A, Natour J. Órtesis para rizartrrosis: una revisión sistemática y metaanálisis. Semin Arthritis Rheum. 2019 Apr;48(5):778-790. 

  5. Directrices

  6. Búsqueda bibliográfica

    Búsqueda bibliográfica en las páginas de pubmed.