Si una lesión hepática puede resecarse laparoscópicamente depende menos de la entidad tumoral que de la viabilidad razonable del procedimiento de resección laparoscópica. La viabilidad depende a su vez esencialmente de parámetros técnico-funcionales y anatómicos, que en parte también se aplican a la cirugía hepática abierta.
Parámetros técnico-funcionales
- ¿Es posible una resección R0?
- ¿Existe un volumen suficiente de tejido hepático residual funcional después de la resección?
- ¿Número de operaciones previas (hepáticas) quirúrgicas (adherencias)?
- ¿Intervención posterior a una operación hepática abierta previa?
Parámetros anatómicos
- ¿Tamaño del tumor?
- ¿Número de lesiones?
- ¿Localización segmentaria de la(s) lesión(es)?
Particularmente adecuados para la resección laparoscópica de procesos benignos o malignos son los llamados „segmentos laparoscópicos“ II, III, IVB, V y VI según Couinaud.
La resección laparoscópica de los segmentos 2/3 se puede considerar en la actualidad como estándar en centros especializados, ya que aquí los puentes de parénquima hacia el segmento 4 suelen ser estrechos y los vasos de suministro en el hilio hepático son fáciles de alcanzar. Generalmente no es necesario un maniobra de Pringle.
De gran importancia para la viabilidad de una resección hepática laparoscópica es el plano de visión limitado del operador, por lo que la línea de resección debe ser lineal y discurrir solo en un plano. Un cambio intraoperatorio de la línea de resección como en la cirugía abierta es apenas posible en el procedimiento mínimamente invasivo, aquí la estrategia de resección debe definirse preoperatoriamente y, en todo caso, modificarse ligeramente después de realizar la ecografía intraoperatoria.
Teniendo en cuenta los parámetros mencionados, las lesiones benignas como adenomas, hiperplasias nodulares focales y hemangiomas sintomáticos representan buenas indicaciones para la resección hepática laparoscópica; en el caso de los malignos, se trata principalmente de metástasis hepáticas colorrectales, pero también de carcinomas hepatocelulares y metástasis de carcinomas mamarios. Desde el punto de vista técnico, entran en consideración resecciones en cuña, resecciones segmentarias y resecciones laterales izquierdas.
Para los malignos se aplica:
- tumor solitario marginal máx. 5 cm o en tumor > 5 cm localización en el segmento II/III
- localización tumoral en los segmentos II, III, IVB, V o VI
- distribución unilobular, máx. 3 focos
- resección R0 alcanzable con una línea de resección (resección lateral izquierda, hemihepatectomía der. o izq.)
- buena distancia de la lesión a las estructuras centrales (V. cava inferior, venas hepáticas, pedículo = rama de la V. porta, de la A. hepatica y del D. hepaticus)
- ninguna operación previa de cirugía hepática
- ninguna intervención concomitante prevista como resección de colon, reparación de hernia cicatricial, etc.
Sin embargo, la indicación para la resección hepática laparoscópica no se limita solo a la resección de tumores, también para la donación hepática en vivo se utiliza en un grado creciente.

