Gestión perioperatoria - Reparación de hernia inguinal, Lichtenstein

  1. Indicaciones

    La reparación de la hernia inguinal representa la operación más frecuente en cirugía visceral y general. El riesgo de por vida para los hombres es del 27 %, para las mujeres del 3 %.

    La incidencia aumenta con la edad, los pacientes con antecedentes familiares positivos están afectados con mucha más frecuencia.

    Los factores de riesgo son:

    • EPOC
    • Abuso de nicotina
    • IMC reducido
    • Enfermedades del colágeno

    Las hernias inguinales indirectas ocurren el doble de frecuentes que las directas. Las hernias femorales representan solo el 5 % de las hernias inguinales. Las hernias del lado derecho son más frecuentes que las del lado izquierdo.

    Clasificación EHS de las hernias inguinales

    Clasificación

    Tamaño

    M = Medial

    L = Lateral

    F = Femoral

    C = Combinada

    I

    < 1,5 cm

     

     

     

     

    II

    ≥ 1,5 - 3 cm

     

     

     

     

    III

    ≥ 3 cm

     

     

     

     

    Recidiva

    R* 0-x

     

     

     

     

    No existe una recomendación general para el tratamiento quirúrgico en la hernia inguinal discretamente sintomática o asintomática, no progresiva en el hombre. Dado que la mayoría de los pacientes desarrollan síntomas en el curso, se recomienda discutir la indicación quirúrgica y el momento con el paciente y tener en cuenta el estado de salud y las circunstancias sociales, en su caso, «watchful waiting» puede ser una opción.

    Los datos sobre la hernia recidivante no son tan claros, por lo que se recomendaría la cirugía incluso en hernias asintomáticas, no progresivas.

    En las mujeres, las hernias femorales ocurren con más frecuencia que en los hombres. Dado que ningún procedimiento diagnóstico puede diferenciar de manera segura entre hernias inguinales y femorales y las hernias femorales se incarceran con mucha más frecuencia que las inguinales, en las mujeres la indicación para el tratamiento quirúrgico de su hernia debe realizarse de manera oportuna.

    En principio, se requiere un procedimiento quirúrgico basado en malla para el tratamiento de la hernia inguinal.

    Un método sin malla solo debe elegirse si el paciente rechaza una malla o no hay malla disponible.

    En una hernia inguinal primaria unilateral en el hombre, se prefiere un procedimiento laparoendoscópico debido a la menor incidencia de dolor postoperatorio. Si el cirujano no tiene suficiente experiencia o faltan los recursos necesarios, la operación de Lichtenstein representa la alternativa.

    La operación de Lichtenstein se recomienda en las guías como el mejor procedimiento abierto actual para el tratamiento de hernias inguinales unilaterales primarias en adultos. Después de la operación de Lichtenstein, las tasas de recidiva son significativamente más bajas que después de procedimientos de sutura (Bassini y Shouldice) y comparables a las de procedimientos laparoendoscópicos.

    Procedimiento en hernia inguinal primaria

     

    conservador

    quirúrgico

    abierto/acceso anterior

    laparoscópico/ endoscópico

    hernia unilateral en el hombre asintomática/no progresiva

    +

    +

    +

    +

    hernia unilateral en el hombre sintomática y/oprogresiva

    -

    +

    +

    +

    hernia bilateral en el hombre asintomática/no progresiva

    +

    +

    -

    +

    hernia bilateral en el hombre sintomática y/oprogresiva

    -

    +

    -

    +

    hernia en la mujer, unilateral/bilateral/asintomática/sintomática/no progresiva/progresiva

    -

    +

    -

    +

    En aproximadamente el 40 % de las operaciones de recidiva después de la OP de Lichtenstein en la mujer, se encuentra una hernia femoral, lo que sugiere que se trata de una hernia femoral pasada por alto en la operación primaria. Una posible explicación es que la fascia transversalis no se abre y, por lo tanto, no se realiza una exploración del espacio preperitoneal. Por lo tanto, las guías recomiendan en la mujer los procedimientos posteriores con exploración de la brecha femoral, es decir, los procedimientos de malla laparoendoscópicos TEP y TAPP.

    Las técnicas de plug y patch, así como los métodos de bilayer (malla doble), no se recomiendan debido al uso excesivo de material extraño y porque la capa anatómica anterior y posterior se proporciona con material de malla. Esto hace que las operaciones de recidiva eventuales sean más difíciles, porque no hay más una capa intacta.

    Hernia inguinal recidivante

    Todas las guías recomiendan en una recidiva después de un procedimiento de sutura o malla anterior un procedimiento laparoendoscópico. La ventaja es la preparación en la capa anatómica no afectada hasta ahora. En consecuencia, para una recidiva después de un procedimiento posterior, se debe aplicar un procedimiento anterior (Lichtenstein).

    En principio, se da preferencia a las técnicas laparoendoscópicas sobre la OP de Lichtenstein debido a menos dolores postoperatorios y crónicos. Sin embargo, hay características de la hernia que hacen que la técnica de Lichtenstein sea la primera opción recomendable:

    • Pacientes con riesgos perioperatorios elevados
    • enfermedades concomitantes graves sin posibilidad de anestesia general, especialmente en pacientes de riesgo cardiopulmonar (estadio ASA III/IV), aquí OP en anestesia local o peridural
    • después de operaciones previas en la pelvis menor (prostatectomía radical, cistectomía, intervenciones vasculares)
    • hernias escrotales (EHS L3 y M3: brecha herniaria > 3 cm)
    • recidiva después de procedimiento laparoscópico/endoscópico (TEP/TAPP)
    • pacientes con trasplante renal ipsilateral
    • pacientes con diálisis peritoneal
    • pacientes con ascitis
    • pacientes anticoagulados
    • radiación pélvica pendiente
    • recursos médico-quirúrgicos limitados

    Procedimiento en hernia inguinal recidivante

     

    conservador

    quirúrgico

    abierto/acceso anterior

    laparoscópico/ endoscópico

    hernia asintomática/no progresiva después de acceso anterior

    +?

    +

    -

    +

    hernia asintomática/no progresiva después de acceso posterior

    +?

    +

    +

    (+)

    hernia sintomática/progresiva después de acceso anterior

    -

    +

    -

    +

    hernia sintomática después de acceso posterior

    -

    +

    +

    (+)

    ? = se presupone una experiencia adecuada en cirugía de hernias laparoscópica

    En hernias inguinales incarceradas, que se distinguen de las hernias irreponibles por el dolor pronunciado, el inicio agudo y signos de obstrucción intestinal, se debe utilizar la superioridad diagnóstica de la laparoscopia. Su ventaja es la posibilidad de reposición del incarcerado con evaluación de la perfusión orgánica después. En aprox. el 90 % de los casos, la perfusión orgánica se recupera después de la reposición.

    El tratamiento de la hernia inguinal puede realizarse dependiendo de la situación de infección local de inmediato o en un momento posterior. En principio, un tratamiento de Lichtenstein también es posible en caso de necesidad de resección intestinal.

    El caso representado en la contribución didáctica muestra la operación de una hernia medial/directa. Para abordar también el tratamiento de una hernia indirecta, tratamos en el paso 7 de manera ejemplar el procedimiento en un saco herniario indirecto mediante secuencias de video de otra operación.

  2. Contraindicaciones

    • Hernias en mujeres y hernias bilaterales deberían operarse preferentemente de manera laparoscópica/endoscópica.
    • En caso de dolores preoperatorios intensos, se debería dar preferencia a los procedimientos mínimamente invasivos.
    • Infección cutánea en el área de acceso
    • Debido a la posibilidad de realizar la intervención también bajo anestesia local, hay solo unas pocas contraindicaciones absolutas:
      • trastornos de coagulación no compensables
      • enfermedades intraabdominales incurables con pronóstico infausto (carcinosis peritoneal)
  3. Diagnóstico preoperatorio

    Para el diagnóstico de la hernia inguinal es suficiente un examen clínico exclusivo. Incluye la inspección, la palpación de la ingle en el paciente de pie y acostado, incluyendo la exploración digital del canal inguinal. Una protuberancia reducible de la región inguinal es un indicio inequívoco de una hernia.

    En casos de la llamada hernia oculta o de una recurrencia, la seguridad diagnóstica puede aumentarse mediante ecografía. En caso de hallazgos ecográficos poco claros, el diagnóstico debe ampliarse con resonancia magnética o tomografía computarizada.

    La confirmación exclusivamente clínica de la hernia recurrente a menudo se ve dificultada por tejido cicatricial.

    Las estructuras tisulares no reducibles deben someterse a un diagnóstico adicional incluso en ausencia de síntomas.

    En caso de incarceración o anomalías anamnésicas (irregularidades en las heces, problemas de micción), el concepto diagnóstico debe ampliarse si es necesario: Colonoscopía, TC abdominal

  4. Preparación especial

    • Marcado inequívoco del lado en la piel del paciente despierto, si es necesario antes de la toma de la premedicación.
    • Se recomienda una profilaxis antibiótica perioperatoria en el procedimiento abierto con malla, especialmente en perfiles de riesgo elevado.
  5. Esclarecimiento

    • Esclarecimiento sobre procedimientos alternativos o el llamado „watchful waiting“
    • Implantación de malla/Infección de malla
    • Manejo de los nervios, posiblemente neurectomía
    • Lesión del conducto deferente y de los vasos testiculares
    • Trastorno sensorial persistente 
    • Fuertes dolores crónicos, riesgo dependiente del cuadro de síntomas preoperatorio
    • Recidiva 

    Complicaciones generales:

    • Seroma
    • Hematoma
    • Trastorno de la cicatrización de la herida
    • Infección
    • Lesión vascular y nerviosa
    • (Post-)Sangrado
    • Intervención posterior
    • Lesión intestinal
    • Letalidad
  6. Anestesia

  7. Posicionamiento

    Posicionamiento
    • Decúbito supino
    • ambos brazos abducidos
  8. Configuración OP

    Configuración OP
    • El cirujano se sitúa en el lado a operar
    • 1. El asistente se sitúa en el lado opuesto
    • igualmente la enfermera instrumentista de quirófano; ella ha colocado la mesa de instrumentos al pie en el lado del cirujano.
  9. Instrumental especial y sistemas de sujeción

    • Tamiz básico
    • Malla de plástico 10 x 15 cm o malla Lichtenstein prefabricada
    • material de sutura sintético, no reabsorbible y monofilamento de grosor 2-0
  10. Tratamiento postoperatorio

    Analgesia postoperatoria:

    Los antiinflamatorios no esteroideos suelen ser suficientes, en caso necesario se puede aumentar con analgésicos opioides.
    Siga aquí el enlace a PROSPECT (Gestión del dolor postoperatorio específico de procedimientos).
    Siga aquí el enlace a la guía actual Tratamiento de dolores perioperatorios agudos y postraumáticos.

    Seguimiento médico:

    Para los pacientes con hernias inguinales se recomienda un entorno de cirugía ambulatoria, siempre que el cuidado posterior en el hogar esté organizado. Postoperatoriamente se puede colocar un saco de arena en el lado de la hernia durante unas horas, en caso necesario retirar el drenaje de Redon en el 1.º o 2.º día postoperatorio.

    Profilaxis de trombosis:

    En ausencia de contraindicaciones, debido al riesgo tromboembólico medio (intervención quirúrgica > 30 min de duración), además de medidas físicas, se debe administrar heparina de bajo peso molecular en dosis profiláctica, en caso necesario adaptada al peso o al riesgo de disposición, hasta alcanzar la movilización completa.
    A tener en cuenta: función renal, HIT II (antecedentes, control de plaquetas).
    Siga aquí el enlace a la guía actual Profilaxis de la tromboembolia venosa (TEV).

    Movilización:

    Una reanudación rápida de las actividades diarias es segura y se recomienda en un plazo de 3 a 5 días. Después de 4 semanas como máximo se pueden reanudar todas las actividades.

    Fisioterapia:

    Gimnasia respiratoria para la profilaxis de neumonía solo necesaria en pacientes encamados.

    Aumento de la dieta:

    inmediatamente

    Regulación de las heces:

    en caso necesario laxantes a partir del 2.º día postoperatorio

    Incapacidad laboral:

    1-2 semanas