Lesiones aortoiliacas
En los últimos años, los avances en los métodos de tratamiento endovascular han llevado a una mejora de las tasas de permeabilidad primaria y secundaria también en lesiones complejas TASC C y D.
De una revisión sistemática de 19 estudios de cohortes con 1711 pacientes se desprende que, tras el tratamiento endovascular de lesiones aortoiliacas complejas (TASC II C y D), la tasa de permeabilidad primaria a largo plazo (5-7 años) fue menor que tras procedimientos de bypass abiertos, pero la tasa de permeabilidad secundaria (4-5 años) fue comparable [1]. Teniendo en cuenta la heterogeneidad de las poblaciones estudiadas y las técnicas endovasculares utilizadas, la tasa de éxito técnico estuvo entre el 86 – 100 %, la mejora clínica entre el 83 – 100 % y la tasa de mortalidad entre el 1,2 – 6,7%. Además, la revisión muestra una tasa de permeabilidad primaria más alta tras angioplastia con stent primaria que tras angioplastia con balón primaria. Este es también el resultado de un metaanálisis de 16 estudios retrospectivos en un total de 958 pacientes con lesiones TASC C y D [2].
Un estudio prospectivo, no aleatorizado, publicado en 2013 de Bélgica e Italia respalda las altas tasas de éxito técnico, así como la independencia de las tasas de permeabilidad del grado de complejidad (TASC II A-D) de las lesiones [3]. Así, las tasas de permeabilidad a 12 meses tras el procedimiento endovascular de lesiones TASC A-B-C y D fueron del 94,0 % - 96,5 % - 91,3 % y 90,2 %.
El tratamiento endovascular de lesiones aortoiliacas parece no conducir a un deterioro de las terapias abiertas posteriores, como muestra un estudio de cohortes retrospectivo de 2012 [4]. Tras un tratamiento endovascular fallido de lesiones aortoiliacas en el transcurso de hasta 3 años, no se obtuvieron peores resultados en la terapia quirúrgica abierta posterior en comparación con la terapia quirúrgica abierta primaria.