Anamnesis y examen clínico
Las pacientes y los pacientes con quistes hepáticos grandes (> 5 cm) pueden desarrollar síntomas como dolor abdominal, sensación de saciedad, disnea, hinchazón de las piernas debido a la compresión de la vena cava, en caso de crecimiento por distensión de la cápsula de Glisson, rotura o presión sobre órganos vecinos.
Los síntomas pueden ser muy variados y abarcar desde sensación de saciedad posprandial por compresión del estómago, hasta dolor capsular crónico y hemorragias, e incluso síntomas debidos a la compresión de las vías biliares o vasculares por el tumor. En su caso, estos síntomas pueden registrarse con el cuestionario específico de la enfermedad Polycystic Liver Disease Questionnaire (PLD-Q), un instrumento de evaluación validado.
Procedimientos de imagen
La ecografía con contraste representa el estándar de oro en el diagnóstico de alteraciones hepáticas benignas.
La tomografía computarizada y la RM con contraste específico pueden aumentar aún más la sensibilidad y especificidad en el diagnóstico de alteraciones hepáticas en combinación con el examen ecográfico.
Los quistes hepáticos simples ya pueden diagnosticarse mediante un examen ecográfico convencional con una sensibilidad y especificidad del 90 %:
- Ecografía (en su caso, CEUS, ecografía con contraste): Lesión ocupante de espacio lisa, redondeada-oval, homogéneamente eco-pobre con refuerzo acústico dorsal, sin estructuras internas ni engrosamiento de la pared. Sin calcificaciones, sin reflejos internos, sin nódulos en la pared, sin indicios de captación de contraste. Pueden presentarse septos pequeños (1–2 tabiques). Sensibilidad y especificidad: aprox. 90 %.
- TC: Sin estructuras internas, hipodenso con densidad de líquido (<20 HU), sin captación de contraste.
- RM: Hipointenso en T1, hiperintenso en T2, sin captación de contraste; intensidad decreciente con valores b más altos en la imagen de difusión.
Diagnósticos diferenciales
Los quistes hepáticos con características de riesgo específicas en la ecografía (p. ej., septos, fenestraciones, calcificaciones, engrosamiento o nódulos en la pared, estructura interna no uniforme o presencia de quistes hijos) requieren un diagnóstico adicional mediante TC o RM.
Deben diferenciarse de los quistes parenquimatosos «no complicados» otras formaciones quísticas:
- Síndrome de Caroli (dilatación quística segmentaria congénita de los conductos biliares intrahepáticos)
- hamartomas biliares (complejos de Von Meyenburg)
- enfermedad hepática poliquística congénita (PCLD)
- Quiste postraumático o hemorrágico (ecos internos, fenómenos de estratificación)
Lesiones quísticas infecciosas
- Absceso hepático (ecos internos, pared irregular)
- Quistes de Echinococcus (quistes hijos, calcificaciones de la pared)
tumores malignos que aparentan ser quísticos, como p. ej.
- Metástasis de un carcinoma ovárico
- Cistadenocarcinoma hepático (septos, nódulos, captación de contraste)