Sangrado/Lesión vascular
En caso de sangrados, se recomienda utilizar primero el aspirador y el lavado para mantener el sitio más claro y poder identificar de manera segura la fuente de sangrado. Si se requieren clips, se puede reemplazar un trocar de 5 por uno de 10. En caso de mala visibilidad, se debe convertir a cirugía abierta.
- No usar grapadoras en el „triángulo de la fatalidad” (vasos), triángulo anatómico definido por el conducto deferente medialmente, los vasos gonadales lateralmente y el pliegue peritoneal inferiormente.
- Un sangrado de los vasos femorales conduce en poco tiempo a una pérdida masiva de sangre con shock hipovolémico clínico. Se debe detectar el sangrado y suturar la fuente de sangrado, si es necesario, conversión y consulta con un cirujano vascular.
- Lesión de los vasos epigástricos durante la disección con balón, sutura del peritoneo o parietalización, si es necesario, estos vasos deben ser clipados.
- En caso de daño venoso iatrogénico y trombosis subsiguiente de la vena femoral en el área operatoria, se trata de una trombosis del piso pélvico.
- Diagnóstico: Ecografía dúplex y Doppler o flebografía
- Terapia de la trombosis venosa profunda de la pierna: Compresión, movilización, heparinización completa (¡cuidado con el riesgo de resangrado!).
- Para información adicional, siga por favor aquí el enlace a la guía actual: Profilaxis de la tromboembolia venosa (TEV).
Neumoperitoneo
Frecuentemente ocurre la insuflación de gas en el espacio peritoneal, lo que reduce algo el espacio de trabajo preperitoneal. En la mayoría de los casos, esto no interfiere significativamente con la preparación adicional. Si es necesario, se puede garantizar un sitio adecuado mediante la ventilación del abdomen con una aguja de Veress introducida. Si aun así no es posible obtener suficiente espacio de trabajo, se puede convertir sin problemas a una TAPP.
Defecto mayor del peritoneo
Defectos grandes ( > 1-2cm) en el peritoneo deben cerrarse con sutura o clips, para que la malla no entre en contacto con órganos intraabdominales y no se forme una hernia interna con posible incarceración intestinal.
Irritación, constricción o lesión de nervios inguinales con dolores persistentes postoperatorios
- Particularmente en riesgo está el N. cutáneo femoral lateral y el N. genitofemoral en el „triángulo del dolor“ (V invertida, cuya punta corresponde al anillo inguinal interno, el muslo anterior superior forma el tracto ileopúbico o el ligamento inguinal, el posterior medial los vasos espermáticos).
- Significativamente más bajo en los procedimientos mínimamente invasivos
- Daño traumático de nervios durante la preparación, sutura o pinzamiento de nervios en tachuelas durante la fijación de la malla
- La fijación de las mallas con pegamento reduce la frecuencia de dolor en comparación con la fijación con grapadoras.
Lesión del conducto deferente
Si ocurre una lesión del conducto deferente, los siguientes aspectos son decisivos para el procedimiento adicional: ¿El D. deferente fue completamente o solo parcialmente seccionado? ¿Qué edad tiene el paciente? ¿Existe deseo de procreación del paciente?
En pacientes mayores sexualmente inactivos, el conducto deferente puede ser seccionado si es necesario. En cualquier caso, el paciente debe ser informado postoperatoriamente sobre lo sucedido y las consecuencias que esto tiene para él.
Lesión de la vejiga urinaria (< 1%)
Sangrados del plexo retrosinfisario aumentan el riesgo de lesión de la vejiga urinaria.
En caso de lesión de la vejiga urinaria, el sitio lesionado debe ser suturado. Postoperatoriamente, la vejiga se drena durante 1 semana mediante un catéter fistuloso suprapúbico (CFSP) o catéter demorante.