Dolor postoperatorio crónico (10-12%)
Definición: El dolor postoperatorio crónico ya fue definido en 1986 por la «International Association for the Study of Pain» como dolor que persiste más de tres meses a pesar de un tratamiento conservador óptimo.
Factores de riesgo para el desarrollo de un dolor crónico son el procedimiento abierto, edad joven del paciente, mallas de poro pequeño, fijación de la malla con sutura o grapas, dolor preexistente o mal controlado en el postoperatorio temprano.
La intensidad del dolor preoperatorio y del dolor postoperatorio temprano representa el factor de riesgo decisivo para el dolor postoperatorio. La cirugía abierta de hernia inguinal conduce significativamente con mayor frecuencia a dolores crónicos que el tratamiento laparoscópico/endoscópico.
De acuerdo con las directrices internacionales, hoy en día se recomiendan mallas de poro grande de plástico monofilamento no reabsorbible (polipropileno, fluoruro de polivinilideno o poliéster). El tamaño de los poros parece ser decisivo para la integración del tejido y la prevención de dolores agudos y crónicos.
Terapia: Bloqueo de los nn. ilioinguinal e iliohipogástrico mediante infiltración con un anestésico local de acción prolongada 1-2 cm por encima y medial de la espina ilíaca anterior superior. El escenario de peor caso representa la neurectomía retroperitoneoscópica de los tres nervios inguinales.
La remoción de la malla siempre está asociada con una recurrencia de la hernia y, por lo tanto, es la última opción.
Recurrencia (1-10%)
Factores de riesgo:
- Sexo femenino
- Hernia directa
- Hernia deslizante en el hombre
- Abuso de nicotina
- Presencia de una hernia recurrente
Definición: hernia inguinal recién aparecida después de una hernia inguinal previamente tratada quirúrgicamente.
Clínica y diagnóstico corresponden a la hernia inguinal. DD pseudorrecurrencia: cierto abultamiento de la malla a través de un gran orificio herniario sin hernia propiamente dicha.
En ausencia de síntomas, solo indicación quirúrgica relativa.
Tendencialmente tasas de recurrencia más altas en TEP y TAPP en comparación con el procedimiento de Lichtenstein.
En técnicas quirúrgicas basadas en malla, las recurrencias ocurren más bien en un momento postoperatorio temprano, una vez que las mallas han crecido, parecen mantener su estabilidad a lo largo del tiempo. En recurrencias que aparecen tardíamente, la distinción entre complicación y curso natural es fluida. Las recurrencias después de más de 5 años representan probablemente el curso natural en la región inguinal.
Terapia: En operaciones de recurrencia no se debe elegir el mismo acceso. Tratamiento quirúrgico con procedimiento anterior (Lichtenstein).
Hematoma/Hemorragia posterior (1,1%; 3,9% en pacientes con terapia anticoagulante)
- Caída de Hb, presión arterial baja, mayores cantidades de drenaje sanguinolento, hematomas visibles
- Diagnóstico: Ecografía y exclusión de causas sistémicas (p. ej., trastornos de la coagulación)
- Dependiendo del tamaño, se puede esperar la reabsorción, de lo contrario, revisión mínimamente invasiva temprana, aspiración del hematoma y, si es necesario, hemostasia.
Seroma
Los seromas postoperatorios pequeños son reabsorbidos por el tejido y solo requieren control. Si el tamaño del seroma causa síntomas clínicos, en casos individuales se puede realizar una punción (¡absolutamente estéril!). De lo contrario, un control y discusión de los hallazgos son suficientes. En seromas recurrentes, no se debe puncionar múltiples veces, sino, si es necesario, colocar un drenaje controlado por ecografía y derivar de manera consistente durante algunos días.
Consejo: Dado que el orificio herniario solo se cubre y no se cierra en el sentido propio, un seroma/hematoma puede parecer una recurrencia para el inexperto. ¡Aquí ayuda un examen de ultrasonido para distinguir la recurrencia de la colección de líquido!
Infección de la herida
Abrir y separar la herida, limpieza abundante y posterior tratamiento abierto de la herida, terapia antibiótica sistémica.
Fuga vesical postoperatoria:
Lesiones pequeñas de la vejiga urinaria no reconocidas intraoperatoriamente ocurren ocasionalmente. Entonces se observa una cantidad inusualmente grande de secreción clara a través del drenaje colocado o un seroma correspondiente grande. La determinación de urea y creatinina en la secreción ayuda a confirmar el diagnóstico. Una fístula vesical puede tratarse en casi todos los casos de manera suficiente mediante la colocación de un catéter permanente, que se deja durante aprox. 1 semana.
Trastornos de la perfusión testicular/orquitis isquémica/atrofia testicular(muy raro)
Por constricción o sección de los vasa spermatica puede producirse hinchazón testicular postoperatoria por hipoperfusión. Como consecuencia, amenaza un daño al testículo hasta atrofia/pérdida del testículo, si es necesario, se debe revisar abiertamente.
Lesión intestinal no detectada
- Clínica: El paciente no se recupera de la operación, dolor abdominal, náuseas, tensión defensiva, signos de peritonitis.
Terapia: Reoperación con detección de la lesión intestinal y sutura, si es necesario, resección y lavado abdominal, tratamiento antibiótico.
Íleo postoperatorio
Hernia interna por cierre peritoneal insuficiente de un defecto peritoneal mayor.