Se distinguen los nudos a una mano y a dos manos. En la técnica a una mano, una mano mantiene el hilo constantemente bajo tensión o en tracción, mientras que la otra mano ata un nudo o una lazada. En la técnica a dos manos, ambas manos atan de manera igualitaria y generan así directamente un asiento seguro del nudo (véase el vídeo nudo quirúrgico). Las desventajas de la técnica a dos manos son la falta de tensión en ambos extremos del hilo y la mayor dificultad para aprenderla.
La técnica a una mano combina alternadamente el nudo con el dedo índice y el nudo con el dedo medio. Un asiento seguro del nudo se logra mediante el cambio de la mano de tracción/del hilo de tracción.
Las ventajas de esta técnica son la mayor velocidad de atado, el mantenimiento continuo de la tensión del hilo (lo que es especialmente útil en profundidad, por ejemplo en la pelvis menor) y la mayor facilidad para aprenderla. En general, se aplica que solo dos lazadas superpuestas (es decir, dos nudos) garantizan un asiento seguro. Las dos primeras lazadas se fijan definitivamente mediante el cambio de la mano de tracción/del hilo de tracción. La primera lazada determina la tensión sobre el tejido, la segunda fija la primera sobre ella.
En las siguientes secuencias de vídeo se presentan las técnicas básicas para la técnica de nudo a una mano desde la perspectiva del diestro. El “hilo de tracción” se encuentra siempre en la mano izquierda y el “hilo de nudo” en la mano derecha.





