Complicaciones - Resección sigmoidea oncológica laparoscópica

  1. Complicaciones intraoperatorias

    Factores de riesgo típicos para lesiones intraoperatorias son: 

    • Obesidad
    • Anatomía alterada por operaciones previas, inflamaciones y tumores
    • Intervenciones de urgencia

    Insuficiencia anastomótica

    Si la prueba de agua es positiva, en caso de insuficiencia pequeña y de buen acceso se puede intentar una sutura. En este caso debe considerarse la creación de un ileostoma protector. En caso de duda, se debe realizar una nueva anastomosis.

    Lesión intestinal 1-3 %, una adhesiolisis aumenta el riesgo a 3,8–13,6 %

    Patrones de lesión posibles:

    • Lesiones serosas superficiales
    • Lesiones transmurales de la pared intestinal
    • Daño térmico de la pared intestinal mediante tijeras bipolares o disector ultrasónico, especialmente en la zona de la flexura izquierda.
    • Desgarros mesentéricos con isquemia subsiguiente del segmento intestinal dependiente

    Prevención mediante:

    • En intervenciones por recidiva, incisión lo más posible fuera de la cicatriz
    • Introducción abierta del primer trócar
    • Sujetar el intestino lo más posible en la zona de las tenias o apéndices epiploicos solo con pinzas atraumáticas bajo visión.
    • No realizar coagulaciones a ciegas, manipular con precaución la punta de las tijeras ultrasónicas, que pueden causar daños térmicos segundos después del uso activo.

    Terapia:

    • Con la experiencia adecuada, es posible una sutura laparoscópica.
    • Defectos mayores suelen requerir la conversión con resección cercana a la pared intestinal y anastomosis.

    Lesión esplénica

    Mecanismo de lesión:

    Por tracción en el colon o epiplón mayor durante la movilización de la flexura izquierda, típicamente se producen lesiones capsulares superficiales inferiores o mediales.

    Prevención:

    Movilización de la flexura con gran cuidado y bajo buena disposición del sitio. Las adherencias omentales a la cápsula esplénica deben liberarse tempranamente. Las operaciones laparoscópicas reducen el número de lesiones esplénicas.

    Terapia:

    • Debe intentarse siempre una terapia conservadora del bazo, ya que esta conlleva una tasa de complicaciones menor que la esplenectomía.
    • Coagulación con corriente bipolar, en su caso aplicar hemostático (véase pestaña Medical Equipment) o aplicar adhesivo de fibrina. Una laparotomía solo es necesaria en casos excepcionales.

    Lesión del páncreas

    En caso de hemorragias, proceder de manera similar a las lesiones del bazo.

    En lesiones del parénquima se recomienda la colocación de un drenaje para poder drenar la secreción en caso de fístula pancreática.

    Lesión del uréter

    Prevención mediante:

    • Preservación de la fascia de Gerota
    • Identificación segura del uréter 
    • Cuidado en operaciones previas y adherencias inflamatorias o tumorales con alteración de las capas anatómicas en la pelvis menor. Debe considerarse un cateterismo ureteral preoperatorio para facilitar su identificación.

    Terapia:

    • En lesiones superficiales se puede intentar una sutura laparoscópica; de lo contrario, se recomienda una pequeña laparotomía en proyección inmediata sobre el lugar de la lesión para suturar el uréter bajo visión abierta. En todo caso está indicada la colocación de un catéter ureteral.
    • Lesiones extensas o resecciones parciales requieren reconstrucciones urológicas complejas (derivación, implantación en el lado opuesto, plastia de Psoas-Hitch).

    Lesión vascular/Hemorragia

    • Lesión de vasos musculares o epigástricos en la pared abdominal durante la colocación del trócar. Compresión, en su caso mediante un catéter vesical lleno. Suturas en U por encima y por debajo del sitio de inserción del trócar. En caso de duda, ampliación del sitio de incisión y ligadura directa, especialmente en paredes abdominales obesas.
    • Las hemorragias de vasos menores suelen poder controlarse mediante corriente bipolar o tijeras ultrasónicas y, en su caso, mediante clips.
    • En lesiones de vasos grandes (p. ej. aorta, vena cava) está indicada la laparotomía inmediata. Informar a la anestesia y preparar conservas de sangre, en su caso involucrar a un cirujano vascular y preparar un tamiz vascular, crear una visión anatómica, reparación del defecto vascular.

    Lesión de la vagina

    La inclusión accidental de la vagina al usar el dispositivo de grapado puede llevar a la formación de fístulas rectovaginales.

    En general, debe tenerse en cuenta que en situaciones sin visión anatómica adecuada está indicada una laparotomía.

  2. Complicaciones postoperatorias

    Insuficiencia anastomótica (en resecciones colónicas electivas 1-3 %)

    Las insuficiencias anastomóticas representan la complicación más grave después de las resecciones por carcinoma de colon. La angiografía por fluorescencia del colon con objetivación de la perfusión en los extremos intestinales a anastomosar debe reducir este riesgo.

    Cualquier desviación del curso postoperatorio normal debe hacer pensar en una insuficiencia anastomótica. En caso de sospecha fundada, se debe realizar una endoscopia (flexible) inmediata y/o una TC con llenado rectal. Las insuficiencias pequeñas sin peritonitis generalizada se tratan por vía laparoscópica mediante drenaje y colocación de un ileostoma protector. En casos favorables detectados tempranamente, se puede suturar adicionalmente por vía laparoscópica.

    En insuficiencias anastomóticas mayores con peritonitis generalizada, está indicada la relaparotomía con disolución de la anastomosis como resección de discontinuidad. Además, se realiza un tratamiento médico intensivo con terapia de la peritonitis y la sepsis.

    Absceso (0,7-12 %) 

    Los abscesos pequeños sin signos clínicos de infección, diagnosticados como hallazgo incidental, deben observarse en el curso y no requieren necesariamente una terapia operativa o intervencionista. Sin embargo, los abscesos intraabdominales pueden ser signos indirectos de insuficiencia anastomótica. Por lo tanto, al detectar abscesos intraabdominales, se debe descartar una fuga de sutura.

    En caso de signos de infección, el drenaje intervencionista del absceso es el método de elección. Este puede realizarse según la localización y la experiencia de forma ecoguiada o guiada por TC.

    En caso de sepsis progresiva, además de la terapia de soporte (unidad de cuidados intensivos, terapia antibiótica), se debe aspirar a la saneamiento quirúrgico del foco.

    Atonía intestinal postoperatoria (hasta 20 %)

    Se previene la atonía intestinal postoperatoria mediante la aplicación rutinaria de parasimpaticomiméticos. Además, un avance rápido de la alimentación en combinación con una movilización temprana de los pacientes favorece la actividad intestinal.

    Hemorragia postoperatoria (0,5-3 %)

    Postoperatoriamente puede producirse la evacuación peranal de pequeñas cantidades de sangre antigua. En caso de aumento de la evacuación peranal de sangre o aparición de una hemorragia peranal fresca, se debe realizar un examen endoscópico. Si hay una hemorragia en la zona de la anastomosis, está indicada primariamente la hemostasia endoscópica mediante clip. Solo en casos excepcionales es necesaria una operación de revisión. Son obligatorios controles estrechos de la hemoglobina en plasma y del estado de coagulación.

    En caso de secreción sanguinolenta a través del drenaje colocado, también está indicada la comprobación de la hemoglobina y la coagulación. Según la magnitud de la hemorragia, el estado clínico y el valor de hemoglobina, está indicada la transfusión de concentrados de eritrocitos o la revisión quirúrgica.

    Estenosis anastomótica

    Primero intento de dilatación endoscópica, en caso de fracaso es inevitable la nueva colocación quirúrgica.

    Hernia cicatricial y de trócar

    Tratamiento quirúrgico como pronto después de 6 meses, la hernia de trócar puede cerrarse mediante sutura directa, en una hernia cicatricial verdadera es necesaria una plastia con malla.

    Otras complicaciones:

    Lesión intestinal no detectada intraoperatoriamente. Lesión intestinal. A menudo curso insidioso, secreción de drenaje llamativa, valores inflamatorios altos, extravasación de contraste en el diagnóstico radiológico. Evitación mediante inspección completa del intestino después de adhesiolisis extensas antes del final de la OP.

    Lesión ureteral no detectada intraoperatoriamente: Lesión ureteral: Dolor abdominal o en el flanco. Abundante drenaje de líquido «claro» a través del(los) drenaje(s) con cantidad de orina reducida simultáneamente. Diagnóstico mediante determinación de creatinina en la secreción de drenaje. En caso de cierre del uréter por ligaduras, clips o estenosis cicatricial, se desarrolla una hidronefrosis. Diagnóstico urológico invasivo adicional con representación ureteral retrógrada.

    Complicaciones médicas: Trombosis/ Embolia; Neumonía; complicaciones cardíacas; Infección de vías urinarias; Ictus